Había nacido en Detroit... en una línea de montaje de automóviles. Pero no es un coche cualquiera. En el fondo de su chasis se aloja el mismísimo diablo. Es Christine, un Plymouth Fury de 1958 rojo y blanco, cuyo único equipo normalizado comprende un deseo de venganza insaciable, que hiela la sangre a cualquiera y destruye todo aquello que se encuentra en su camino. Seduce a Arnie Cunninghan, un chaval de 17 años, a quien consume la pasión por esas líneas estilizadas, redondeadas...
Un granjero llamado Vincent y su hermana Ida se dedican a secuestrar a los turistas que se alojan en un hotel de su propiedad con el fin de utilizar su carne para fabricar unas salchichas que lo han hecho famoso. Pero antes de asesinar a sus víctimas, Vincent los entierra hasta el cuello en su jardín después de cortarles las cuerdas vocales y luego las alimenta hasta que su carne está lo suficientemente tierna.